Esta es una pregunta que me tuve que hacer hace algunos meses atrás. Como dicen algunos de mis hermanos “Dios me hablo fuerte en este sentido”. Para quienes hemos crecido dentro del evangelio, de alguna manera nuestro caminar como discípulos esta sino directamente ligado, al menos influenciado por alguna denominación evangélica, protestante o pentecostal, para algunos es “todo lo anterior”. Para quienes vivimos y servimos dentro de Iglesias no-denominacionales siempre era un tema de broma y cuestionamiento, palabras alternas como demonización en lugar de denominación afloraban de vez en cuando. Entonces, ¿Si yo he caminado y servido en estas Iglesias que son independientes, porque entonces decido unirme a una denominación?
Es una pregunta que tiene muchas respuestas que se resumen en una idea: Servir con diligencia, honor y santidad a quien nos llamo a su servicio.
Hay predicaciones, conceptos e ilustraciones que permanecen contigo toda la vida, una de ellas la escuche del Hmno. Pastor Ralph Mahoney; El expresaba más o menos lo siguiente: Los evangélicos criticamos a los Católicos Romanos pues elevan a infalible la posición del Papa, sabes muchos pastores se sienten el Papa en sus propias Iglesias. (Hay un sitio de INTERNET con material de discipulado que el Hmno, Mahoney publicó “El Cayado del Pastor” lo puedes leer y usar en http://cayadopastoral.com/ ) seguramente esto no te sorprenderá pues en algunos casos es la triste realidad, concluía el Hmno. Mahoney sabes, prefiero un Papa, que muchos Papitas …
Mi posición y decisión no es una crítica para algunos amigos míos que son pastores de Iglesias independientes, no denominacionales, pero tristemente ha sido nuestra experiencia que en los aspectos de gobierno (Eclesiología para los que han estudiado esto), y sujeción a una autoridad en las Iglesias que hemos participado por su precisa naturaleza “independiente” no han sido necesariamente ejemplo de una práctica justa y santa que honre a Dios en este asunto. La Iglesia de Jesucristo es la “novia del cordero”, como tal debe ser presentada delante de Él como tal pura y sin mancha, Dios nos demanda que seamos santos como Él lo es. Muchas veces nos enfocamos tanto en el hacer cosas para Dios y ganar almas para Cristo, que olvidamos que es la Iglesia unida como un cuerpo la representante y responsable de continuar con la tarea y la misión de Jesucristo, por lo tanto esta debe estar libre de intereses personales, familiares o de algún grupo en particular. Hace unos meses hablando con un pastor amigo que sirve en otra denominación me decía: Una Iglesia con un pastor independiente a la cabeza es presa y está sujeta a que tan bien este pastor ser perfecto. ¿Perfecto? Nadie lo es, todos tenemos la necesidad de estar sujetos a alguna autoridad y tener la responsabilidad de reportar y ser responsables de nuestras decisiones y acciones. Pablo nos dice en Romanos 7 (parafisis propia) “Lo bueno que quiero hacer no lo hago y termino haciendo lo malo que no quiero hacer” … He escuchado de pastores independientes: “mi cobertura es …” lo que en realidad no representa nada, pues esa cobertura no tiene ninguna autoridad directa sobre El. Jesús elogió al centurión cuando este le explico Jesús lo que era de la fe del Centurión al expresar su entendimiento de estar bajo autoridad. Entonces una de las respuestas a porque servir bajo una denominación, es porque tenemos necesidad de estar bajo autoridad y ser responsables no solo delante de Dios, si no de alguien más (Que literalmente nos pueda llamar y jalar las orejas) de nuestras acciones y decisiones. La tarea encomendada a nosotros es de tal importancia que demanda ser celosos en el ejercicio de ella.
Otro aspecto es el hecho de ser parte de una “representación más significativa” del cuerpo de Cristo. ¿Qué es la Iglesia? Es un grupo de creyentes unidos en el nombre de Jesús, para buscar juntos y crecer en poder llevar a cabo el mensaje y la misión de Jesús. Por lo tanto no es un requisito ser parte de un denominación para ser una iglesia que honre a Cristo ¿Correcto? En efecto, no es necesario pero bien decimos que la unidad hace la fuerza. Una alternativa contemporánea a las denominaciones tradicionales evangélicas han sido las “redes” o “grupos” (Traducción del término usado en Ingles de Networks) lo cual es loable, pues existen pastores particularmente aquellos de Mega Iglesias que sus vidas son usadas por Dios para influir de manera positiva en el ministerio de otras iglesias y grupos de Iglesias más pequeñas, sin embargo esta “afiliación” no representa ningún aspecto de responsabilidad o validación de la obra, su diligencia y su apego a lo que aquella organización promueve y establece. No hay duda que el modelo de la Iglesia auto gobernada, auto sostenida y auto propagada es el modelo correcto, por lo tanto la injerencia de la denominación en el quehacer de la iglesia local debe estar claramente limitada y definida. La razón entonces es pertenecer a un grupo más representativo con el cual te identificas y con quien junto a ellos servir para poder llegar a ser más efectivos y eficaces en la tarea de evangelizar y servir al mundo.
El otro aspecto es la necesidad de compañerismo con hombres y mujeres de Dios identificados con la misión de Dios, esto continuare en otra ocasión. Debo aprender a limitar estos blogs para que sean leídos en una sola sentada! Solo una idea final: Me uno a una denominación pues deseo hacer mejor las cosas de cómo hasta ahora las he venido haciendo. Pienso que si estoy bajo autoridad, me será mas sencillo ejercer la autoridad espiritual que Dios me ha dado sobre una Iglesia local.
Pastor Jorge L. Garcia
Ensenada, Baja California.
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