Thursday, March 17, 2011

Fidelidad en tiempo de prueba y desgracia

2 Samuel 15: 21-22 “Pero Itay le respondió al Rey: -¡Tan cierto como que él Señor y su majestad viven, juro que, para vida o para muerte, iré a dondequiera que usted vaya! - Está bien – contestó el rey ven con nosotros-“

Todos sabemos que en tiempo de abundancia y bienestar las cosas suelen ser más fáciles incluyendo las amistades y quienes sirven a nuestro lado. Prov. 20:14b “pero muchos son los que aman al rico”. Sin embargo como en el caso de Itay, siempre hay personas que Dios pone a nuestro lado que aun en tiempo de pruebas, dificultades e incluso desgracia permanecen fieles a nuestro lado, para que el propósito de Dios llegue a cumplirse completamente. En este pasaje, David va huyendo de Absalón tratando de proteger su vida. Itay era un extranjero que servía al Rey; era parte de “los fieles” que acompañaban a David ahora en un momento nada cómodo y más bien peligroso. David anima a este hombre a que no vaya con él, “…Regresa y llévate a tus paisanos. ¡Y que el amor y la fidelidad de Dios te acompañen! David conocía bien el riesgo al que se enfrentaba y libera a este hombre y a todos los guititas de enfrentarse al peligro que viene en contra del Rey. Sin embargo la respuesta de Itay es contundente: Por ningún motivo, parece que podríamos resumir la respuesta de Itay, no importa que sea para vida o para muerte yo iré a donde quiera que el Rey David vaya. Esto nos recuerda la fidelidad necesaria que se declaran los conyugues al contraer matrimonio: “En la salud o en la enfermedad, en la pobreza o en la riqueza…” nosotros usamos la frase: “para bien o para mal..” Itay le declara al Rey su fidelidad completa: Iré a dondequiera que usted vaya. WOW … como necesitamos a amigos y consiervos como Itay, personas que Dios pone a nuestro lado y que sin medir las consecuencias y conociendo muy bien el riesgo y la dificultad nos dicen: “Yo estoy contigo”…

En esencia eso es lo que Dios espera de quienes llama a su servicio, Pablo lo entendió perfectamente pues al final del libro de Filipenses ahí encadenado en la prisión declara a voz abierta: “Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Muchos declaran la última parte de estos pasajes: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, pero evitan la primera parte: estar saciado como tener hambre, tener de sobra como escasez … Entonces si nosotros esperamos que Dios nos bendiga con personas como Itay a nuestro lado, lo menos que podemos hacer es cumplir al pie de la letra la regla de oro: “haz a otros como quieres que hagan contigo…” si somos fieles a Dios y en verdad estamos siguiendo el propósito y plan de Dios para nuestra vida y ministerio, Dios pondrá personas a nuestro lado hombres y mujeres como Itay, que sin importar la situación deciden permanecer y caminar con nosotros en la visión compartida de Dios.

Sin dudarlo, puedo darle gracias a Dios, pues en nuestro caminar de servicio, aun en momentos de dificultad, prueba y para algunos desgracia, Dios en su amor a dirigido a hermanos y hermanas fieles a nuestro lado y con quienes Dios mismo está llevando a cabo una obra donde El y solo El será glorificado. Pues ha esto hemos sido llamados, escogidos y preparados: para que el nombre de Dios sea glorificado (Sea FAMOSO) en todas las naciones. El salmo 67 termina así: “que te alaben oh Dios, los pueblos; que todos los pueblos te alaben. La tierra entonces dará su fruto y Dios, nuestro Dios, nos bendecirá. Dios nos bendecirá …”

A Dios y los siervos fieles que Dios ha dirigido a nuestro lado: Gracias por todo y en todo.

Jorge L. Garcia.
Chula Vista CA.

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