Wednesday, March 2, 2011

Mi servicio dentro de la Iglesia Evangelica del Pacto

Nuestro peregrinaje como discípulos de Jesucristo concluirá un día, confiamos que cuando ese día (no cercano, espero) llegue podamos escuchar las palabras “siervo fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré entra en el gozo de tu Señor”; en el proceso entonces solo caminamos y mientras vamos hacemos discípulos nos gozamos y nos volvemos a gozar. Ayer 1 de Marzo me afirmaron como Pastor bi-vocacional dentro de la Iglesia Evangélica del Pacto, denominación bajo la cual hemos escogido servir para nuestro servicio a Dios, como Pastor plantando una Iglesia en San Diego y con la confianza de poder continuar donde el Señor mas nos indique(Su palabra dice que hasta lo último de la tierra).

Unos de los principios fundamentales de la Iglesia Evangélica del Pacto (IEP), es que somos una Iglesia Apostólica. “Somos una iglesia apostólica porque confesamos a Jesucristo y la fe de los apóstoles según el registro de las Sagradas Escrituras. Los del Pacto siempre hemos afirmado la Biblia como “la Palabra de Dios y la única regla perfecta de fe, doctrina y conducta.” El Apóstol Pablo escribe que “Toda escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16). La Iglesia del Pacto no puede ser más precisa que esto en cuanto a declarar su punto de vista sobre la inspiración. La autoridad de la Biblia es suprema en todos los asuntos de fe, doctrina, y conducta, y es digna de confianza. “¿Dónde está escrito?” era y es la piedra de toque de la Iglesia del Pacto en toda discusión relacionada con la fe y la práctica. En este sentido, somos una iglesia apostólica.” (Afirmaciones del Pacto, Librito)

En su documento de “Reglas para la ordenación” La Iglesia del Pacto establece que solo hay una misión para la Iglesia: “Lo que Dios nos hizo saber en Jesucristo por el poder del Espíritu Santo” esto se expresa en los ministerios de la Iglesia que incluyen: La adoración, predicación, enseñanza, ritos, sacramentos, testimonio y nuestro servicio como lo establece la escritura. Esta misión no solo corresponde a las personas ordenadas, consagradas o licenciadas sino a toda la Iglesia como el sacerdocio de los creyentes (1 Pedro 2:9). Aunque el ministerio del Dios trino corresponde a toda la Iglesia, la IEP ha reconocido el servicio especifico a la palabra por quienes son capacitados con los dones requeridos y por la gracia del Espíritu Santo, discernido y confirmado por la Iglesia, El ministerio apostólico se confía a estas personas formadas y educadas correctamente para la palabra de verdad, para equipar al pueblo de Dios tanto corporativa como individualmente en sus ministerios en el mundo y a edificar a la congregación en fe esperanza y amor.

Con este preámbulo, entonces la IPE me ha otorgado una licencia, la cual es el primer paso en mi proceso de ordenación dentro de esta Iglesia. Fue la conclusión de algunas semanas de trabajo, de estudio y oración y de una etapa más en lo que considero mi preparación para el servicio a quien me amo con amor eterno y quien desde antes de nacer me conoció y llamo a su servicio. Siempre agradecido con Dios por todas las cosas, las que puedo identificar como “buenas a mi perspectiva” y a aquellas que han sido dolorosas y que no logro comprender, verdaderamente me ha ayudado a comprende que “todo obra para bien”. No solamente a Dios, sino también a cada Pastor, amigo y hermano que han sido instrumento de Dios para edificar en mi vida algunos de ellos “lijas” que me han ayudado a crecer y comprender lo que significa “servir” en el ministerio, otros sin duda han sido “inspiración” pues han modelado una vida al punto de poder decir y ser ejemplo como Pablo “imítenme a mí, como yo imito a Cristo”, a mi esposa, compañera y amiga quien me ha acompañado en este proceso a veces no muy cómodo. Y ahora a mis hermanos y Pastores de la IPC (Evangelical Covenant Church); con quien serviré junto a hombres y mujeres y a toda esa gran nube de testigos que nos antecede en nuestro quehacer, esperando honrar el origen de la denominación a quienes identificaban como “amigos de las Misiones” pero sobre todo ser fiel a mi Señor y poder glorificar a Dios llevando “fruto abundante” quien me ha llamado a su servicio, lo que hago con humildad y diligencia. A Cristo Jesús la gloria por los siglos de los siglos, Amén.

Pastor Jorge Luis Garcia
Chula Vista, CA.

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