Wednesday, March 9, 2011

El Señor es mi pastor

El Señor es mi Pastor, nada me falta.

Así inicia el Salmo 23, y es un pensamiento que viene a nosotros siempre que estamos ante una situación difícil, o que Dios responde de una manera milagrosa a una necesidad. David inicia así uno de los versos más conocidos de la Biblia, escribe sobre su propia experiencia, de cómo cuando él era un simple pastor de ovejas, estas dependían de su cuidado y dirección para poder recibir el alimento que las sustentaba diariamente. Para nosotros Jesús es el buen pastor (Juan 10:11) y por su gracia nos ha llamado a ser parte de su rebaño, como sus ovejas El cuida de nosotros, nos alimenta, nos protege, nos dirige y nos bendice de muchas maneras y especialmente cuando más lo necesitamos.

Entre mis memorias de niño, tengo siempre presente que cuando viajábamos como familia, al salir de Ensenada y empezaba la curva que es la continuación de la calle decima para convertirse en la carretera Ensenada-Tijuana, mi papá se quitaba su sombrero y nos invitaba a que juntos repitiéramos el Salmo 23, lo hacíamos con la versión de la Reina Valera: Jehová es mi pastor, nada me faltará …. Por muchos años, cuando yo no caminaba en la voluntad de Dios, en realidad pocos pasajes estaban en mi memoria inmediata, uno por supuesto era Juan 3:16 y otro era el salmo 23. De hecho sigue siendo uno de los únicos salmos que aun puedo repetir completo de memoria.

Me gusta como viene en la Nueva versión Internacional “nada me falta”, aunque en realidad al recordarlo debemos pensar que nada nos ha faltado, nada nos falta y nada nos faltará, pues es una declaración de confianza en nuestro buen pastor que siempre tiene cuidado de nosotros. Cuando veo hacia los años que han transcurrido en los cuales ha habido tiempos de mucha abundancia y ciertas ocasiones de necesidad puedo reconocer que nunca nos ha faltado nada, de hecho ha sido lo contrario, casi siempre nos ha sobrado. Cuando reflexiono sobre el presente donde hemos tomado la decisión ser útiles a Dios y a nuestra generación (y a la próxima) tomando el reto de ser pastor de una naciente congregación y requerimos de combinar el esfuerzo que representa un compromiso bi-vocacional y la finanzas no son necesariamente abundantes, día a día veo su mano y puedo decir: Nada me falta. Entonces puedo confiar en el día de mañana y saber que su mano de buen pastor me cuidará , su vara y su callado me darán animo, que aun en presencia de mis enemigos pondrá un banquete, y que su amor y su bondad me seguirán todos los días de mi vida. Esto lo puedo decir porque Él lo dice y esa es su promesa.

Entonces cuando digo “El Señor es mi pastor, nada me falta” que considero más importante: ¿El que nada me falta? O que ¿El Señor es mi pastor? Entonces recuerdo que no se trata de mi, si no de EL (De nuestro Dios y su amor hacia nosotros en esa gracia derramada para que podamos tener una relación intima con El), por lo tanto debo enfatizar más que El es mi Pastor y no tanto el que nada me falta. Pues todo en mi vida se trata de Él y solo de Él, del Dios creador, del Dios trino, del Dios que en su amor nos perdona, del Dios que nos llena con su Espíritu Santo, del Dios manifestado en su hijo Jesucristo y su obra redentora en la cruz, Él es mi pastor, es cierto yo reconozco y agradezco que nada me falta, pero más me alegro en que Él, el Dios de la gloria, Emanuel, Dios con nosotros Jesús mismo es mi pastor, el buen y gran pastor.

Esta reflexión me anima, pues en estos días nuestras finanzas estaban más o menos ajustadas (más bien bastante), como en otras ocasiones estábamos en paz limitando nuestros gastos, confiando que nada nos faltaría, una vez más a través de una ofrenda especial de unos hermanos en Cristo el Señor confirmo que nada nos faltará. Ellos no sabían de nuestra necesidad, pero Dios si lo sabía, entonces también no es tanto la ofrenda, si no Dios mismo nuestro pastor, moviendo el corazón de unos hermanos a ofrendar en gratitud a Dios y de esta manera proveer de manera milagrosa y oportuna para nuestra necesidad.

Entonces, podemos decir cómo nos anima el Apóstol Pablo: “Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús” 1 Tes. 5:18 … Damos gracias a Dios porque en verdad Él es nuestro Pastor.

Chula Vista, CA
Pastor Jorge Luis Garcia

No comments:

Post a Comment