Entre las enseñanzas mas radicales de Jesús está la de "Amar a tus enemigos". Pienso en mi vida y no puedo recordar un "enemigo" real. Tendemos a espiritualizar esto y lo pensamos en referencia al pecado o el mundo que nos rodea y es ajeno al propósito de Dios, considerando que Satanás es el Dios de este mundo y que todo el mundo está bajo su control (1 de Juan 5:19), quizá si me remonto a mi niñez las rivalidades entre compañeros de escuela o vecinos lo pude considerar mi enemigo y en pocas ocasiones las disputas se llegaron a resolver con una pelea, quizá en mi etapa empresarial cuando deseábamos llevar el negocio a ganar cada vez mas mercado mis competidores mas fuertes eran entonces "enemigos" reales. Sin embargo Cuando Jesús habla en Lucas del 6:27-36 en realidad está hablando no de enemigos "espirituales" o "imaginarios" El está hablando de personas que atentan contra tu integridad física e inclusive contra tu vida. Menciona: "Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan. Si alguien te pega en una mejilla, vuélvele también la otra. Si alguien te quita la camisa, no le impidas que se lleve también la capa. Dale a todo el que te pida, y si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames." (V.27b-30). En el tiempo y país en el que yo y mi familia vivimos estamos bajo una constante amenaza "terrorista", en algunas ciudades en México miles de familias se han visto destruidas con la perdida de familiares muchas veces inocentes ante los narcotraficantes y secuestradores y la violencia en que se con temor viven diariamente, aun en las ciudades más seguras de los Estados unidos hay personas que identificamos como "criminales" que al margen de la ley roban, matan, violan afectando la vida de muchas personas cada día. Quienes llegan a sufrir los devastadores efectos de alguna de estas calamidades en verdad identifican a sus "verdaderos" enemigos: los que los odian, los que los maldicen, los que los roban, los que asesinan a sus seres queridos… ¿Podríamos nosotros como seguidores de Jesús amar en estas condiciones y bajo estas circunstancias? Recuerdo haberme hecho esta pregunta cuando mis hijos eran niños e indefensos, ¿Cómo reaccionaría si algo o alguien afectara su integridad o inclusive su vida? La mayoría de los casos pensaba en el "ojo por ojo o el diente por diente" al cual la audiencia de Jesús se refería al tocar este "revolucionario" tema.
Acabamos de terminar una serie en mi Iglesia con el título: "Lo más importante … amor" y durante cuatro semanas cada uno de mis amigos pastores y yo fuimos intentando presentar a nuestros hermanos los puntos que consideramos importantes acerca del amor, ninguno sin embargo tocamos el punto "ama a tus enemigos". ¿Interesante verdad? Quizá por que no es nuestra realidad diaria y nuestros mensajes van para invitar a una aplicación a un cristianismo práctico. Sin embargo Dios nos recuerda de manera especial algunos aspectos acerca de sus enseñanzas más radicales…Hoy leía un artículo de misiones con el título: "Amando a Bin Laden" y el autor reflexionaba acerca de eso precisamente, en su artículo describe una entrevista con el líder número dos de Hezbollah, una de las organizaciones terroristas más prominentes en la actualidad, la mayoría de los Musulmanes conocen las enseñanzas de Jesús ya que el Corán les instruye a respetar a Jesús y a su madre, el autor comenta que en una parte de la entrevista le pregunto a su interlocutor si sabia cual está la enseñanza más prominente de Jesús, a lo que este sin dudarlo respondió: "Ama a tus enemigos", a lo que El de inmediato continuo, ¿Y porque no lo haces? De nuevo respondió inmediatamente "porque no es práctico". ¿No es esto interesante? Pensé que la mayoría de nosotros "cristianos" cuya meta es llegar a ser a la medida del varón perfecto, a Jesús mismo quizá responderíamos de la misma manera que este terrorista, quien no tendría el menor reparo de liquidar a cualquiera de nosotros. Si somos honestos muchas cosas del cristianismo no son necesariamente "practicas", pero como personas nacidas de nuevo hemos sido llamados a ser el vivo ejemplo de Jesús, la práctica diaria de la piedad y la misericordia, a dar de gracia lo que hemos recibido de gracia. ¿Cómo reaccionaríamos ante una situación de esta? Mi oración es que podamos ser obedientes a el mandato de Jesús de "amar a nuestros enemigos" y que recordemos las palabras del Apóstol Pablo en Romanos 12:17-21 " No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor. Antes bien,
«Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
si tiene sed, dale de beber.
Actuando así, harás que se avergüence de su conducta.»
No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien."
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