Aprovechando la espera

Aprovechando la espera.

Regularmente a nadie le gusta esperar, decimos: "el que espera, desespera", sin embargo en Gal. 5:22-23 la paciencia se lista como uno de los elementos del "fruto" del Espíritu Santo, he aquí la respuesta al porque muchas veces Dios no contesta nuestras oraciones de manera inmediata. Consideraríamos entonces que una muestra de "madurez espiritual" es saber esperar.

Tenemos el ejemplo de Nehemías, entre los capítulos 1 y 2 nos da una lección de saber espera y a la vez aprovechar ese tiempo de espera. Cuando Nehemías fue conmovido por la noticia que le trajo su hermano y el grupo que venía de Jerusalén (v.1:1-3) lo expresa en el V. 1:4 "me senté a llorar; hice duelo por algunos días, ayuné y oré al Dios del cielo", dice que era el mes de Quisleu, esto sería Noviembre-Diciembre, ahí Nehemías hace una oración V. 1:5-11, la cual concluye con una sencilla declaración: Señor, te suplico que escuches nuestra oración, pues somos tus siervos y nos complacemos en honrar tu nombre.

Inicia el Cap. 2 diciendo: "en el mes de nisán del año veinte …" El mes de Nisán sería marzo-abril, lo que nos indica que espero cuatro largos meses para poder presentar al Rey la situación por la cual había llorado y orado. Sin embargo vemos por las respuestas que da a las preguntas del Rey, que durante esos cuatro meses, Nehemías pensó con detenimiento cada aspecto necesario del proyecto que Dios lo estaba llamando a dirigir. Nehemías no solo oro y espero, si no que aprovecho ese periodo para meditar en la situación, pedir a Dios sabiduría y llegada la oportunidad tener bien claro la parte que le correspondía hacer a Dios (Cambiar el corazón del Rey) y lo que le correspondía hacer a Nehemías (iniciar la planeación del proyecto de la reconstrucción de los muros de Jerusalén).

Entre los versos del Cap 2:2-8 Dios le mostró a Nehemías que el Rey estaba listo para ser colaborador e instrumento de Dios en algo que estaba precisamente dentro del propósito de Dios. El Rey hizo las siguientes preguntas: V.2:2 ¿Por qué esta triste tu rostro? ¿Qué es lo que pides? V. 2:4 ¿Cuánto durará tu viaje y cuando volverás? V. 2:6 Cada respuesta fue precisa y en mayor detalle a la necesidad. Debemos observar que en medio del dialogo con el Rey, aun Nehemías hace una oración tipo telegrama: "Encomendándome al Dios del Cielo le respondí …" V.2:4

Santiago 1:6 nos dice que cuando pidamos algo a Dios debemos pedir con fe, no dudando que Dios responderá, del ejemplo de Nehemías aprendemos que debemos orar y aprovechar el tiempo de espera entre la oración y la respuesta, pues es el tiempo que Dios nos prepara para el siguiente paso, a través de este tiempo nosotros recibimos instrucción de Dios, crecemos espiritualmente (Paciencia) y podemos desarrollar las estrategias correctas para la tarea que tenemos adelante y desarrollar con excelencia la parte que nos corresponde.

Pensemos: Considere algo en lo que usted ha estado pidiendo a Dios de manera insistente ahora, y Dios lo está haciendo esperar. ¿Qué va a hacer ahora? ¿Cómo puede aplicar lo que Nehemías hizo a su situación personal actual?

Bendiciones abundantes en todas las cosas.

Jorge L. Garcia
Chula Vista, CA.